Reseñas
Tienen zumo de naranja natural recién hecho. El café rico. Además me torcí el tobillo cuando iba para allá y les pedí hielo y me dieron en una bolsita con papel, fueron muy majos, muchas graciasComida: 5/5
Las fotos q están publicadas por otras personas por lo que veo no son del Mirador sino de las Terrazas, que están justo a la entrada del museo. Este restaurante suele estar abierto solo en verano ya que es el catering de "El Convento de Boadilla". PROS:es muy buena cocina las cantidades son bastante generosas, cosa poco habitual en este tipo de restaurantes, el personal es encantador y muy profesional aun siendo jóvenes están muy bien enseñados tienen ese deje de escuela de hostelería que da valor, las vistas son bonitas, pero no son espectaculares aunque es un sitio agradable y romántico para ir. CONTRAS: al ser una cocina de 'catering" o sea que se lleva el material para la ocasión se encarece muchísimo el precio de ciertos productos y platos una caña Heineken me parece que 5 € o un sorbete de limón 8€, se está pagando con creces la localización evidentemente, pero creo que hay que conseguir un equilibrio entre la calidad y el precio, con una Heineken no estamos haciendo un descubrimiento culinario con un trabajo detrás por parte del chef y su equipo , por lo cual creo que el precio pasa un poco del habitual en restaurantes de esta categoría que suelo frecuentar.
Es un sitio para comer algo si se te hace tarde viendo el museo. No es un restaurante al uso, donde decides ir a comer con los amigos. Barato no es.
Sitio bonito que sirve comida insipida. Definitivamente ir para tomar algo, no para comer. Es caro lo cual no es un inconveniente cuando la comida es de calidad, no es el caso. La hamburguesa sabía a comida de hospital y el melón no tenía sabor alguno.
Célebre mi aniversario ayer y nos quedamos encantados con él lugar, preciosa terraza muy bien decorada, el servicio de camareros inmejorable un trató cercano y con muchísima educación, no nos faltó de nada. Los precios son acordes en un sitio de esta calidad, si buscas algo barato este no es el lugar, sólo puedo felicitar a todo el equipo de camareros y Maitre que nos atendieron de maravilla y tuvimos una velada para recordar. Una pena que tengan reseñas tan bajas por críticas que yo no comparto, estuve a punto de no ir por las reseñas y me hubiera perdido una de las mejores terrazas de Madrid. Muy muy recomendable repetiré en el próximo aniversario.
Fui este sábado 8 de julio. La verdad con pocas expectativas debido a los comentarios que había leído. Pero la verdad puedo decir que no hay nada más alejado de la realidad. La experiencia en el lugar fue excelente. Los camareros eran súper cordiales, y la comida, inmejorable, probamos el bacalao, el pulpo y "kit Kat", y en verdad nos llevamos una sorpresa muy agradable. No suelo repetir restaurantes por Madrid, ya que me gusta probar y vivir la experiencia de toda la inmensidad de los que aquí se encuentran. Pero os aseguro que aquí volveré sin dudarlo.
El lugar es unico y se come razonablemente bien. Si sabes donde vas y lo que es razonable esperar , merece la pena. Los precio estan bien para el lugar, puedes cenar por 60 euros. Desde mi punto de vista al servicio le falta un poquito de calidad aunque son atentos.
La terraza solo es recomendable si quieres descansar un ratito, antes o después de una exposición. Los precios son carísimos, y la calidad no es nada del otro mundo; aunque por su localización y por los surtidores de vapor de agua resulta muy agradable para una tarde calurosa de agosto en Madrid, o para una velada tomando una copa, pero siempre y cuando tengas ganas de romper la hucha. Por la zona se pueden encontrar sitios igual de interesantes más asequibles.
Nueva empresa,nuevo menú,camareros recién graduados algo torpes en su servicio ,problemas de escasez en algunos postres.Pero 15'50€/ persona en este restaurante es un buen precio.
El sitio, en si, espectacular con relación a puesta en escena, vistas muy buenas y ambiente muy agradable. La comida, eso si, la puedes encontrar mucho más rica en sitios mucho menos glamurosos. Pero lo que comentaba una amiga, al fin y al cabo, serán como los sitios para turistas del centro, guardando las debidas distancias: no está hecho para que vayas a menudo, con lo qué no "hace falta" que se empeñen demasiado en su comida - incluso dudo de si realmente estará hecha allí o si contratan a catering, como otros sitios igualmente pijos. Yo tomé el kit Kat de carnes melosas en el que encontré varios trozos de grasa - como en un chorizo - y fresas a 63°, que no distan mucho de las que se venden en botes de cristal con almíbar.