Reseñas
El restaurante es bonito, original y la idea está muy bien pero me daba olor a agua estancada y estaba tan oscura que vimos dos peces en toda la cena y por qué habían salido hacia arriba. La presentación de los platos es atractiva pero a veces poco práctica como el canelón servido en la cáscara de cacao y demasiados platos con coco. El servicio aunque correcto, con demasiadas prisas y caótico en nuestra experiencia. Es una pena que no haya carta y te veas obligado a escoger uno de los dos menús que tienen. Hace años la experiencia fue mucho mejor.
Menú degustación por 52€ sin incluir bebida, nos pareció caro , la comida es buena y el servicio es bueno . La decoración bonita pero descuidada , requiere un mejor mantenimiento.hace algo de frío pero se entiende por las plantas naturales y los peces. Esta bien para probar pero no repetiríamos .
El local es precioso. Ya en la entrada se aprecian los detalles y la buena ambientación. La zona de las mesas, por su lado, es una auténtica experiencia por si misma, rodeadas de agua con algunos peces y una música ambiental agradable. El personal nos trató de forma impecable y nos explicaron cada uno de los 10 platos del menú degustación que estuvieron muy ricos. No esperes quedar hasta arriba de comida, porque en este tipo de locales nunca ocurre, pero he de decir que yo terminé con la sensación de haber comido bien... Obviamente el precio está acorde a todos estos detalles, pero en estos casos dónde se cumplen expectativas está justificado. Recomendado a los que valoran experiencias diferentes y/o ambientes tranquilos.
Restaurante único. Merece mucho la pena ir a comer a un sitio como este, no solo por la calidad de los platos, sino también por el ambiente y la decoración ya que lo hacen un lugar distintivo y exótico. Menú degustación de 10 platos por 52€ pero que te permite saborear todo tipo de sabores asiáticos y no dejarte con hambre. Pueden ajustar el menú entero para opción sin gluten lo que es un acierto. Muy recomendable aunque por supuesto precio muy elevado. Valoración real 4,75/5,0
El restaurante es una pasada! La decoración es preciosa, entras en un ambiente a parte, y además puedes cenar rodeado de peces de colores! Recomiendo elegir las mesas bajas para poder disfrutar más la experiencia. La comida es deliciosa, lo malo es que por la noche solo se puede pedir menú degustación, que está muy bueno y con muchos platitos con una presentación muy cuidada; pero estaría bien tener la opción de elegir, como se hacía antes. Pero si quereis una experiencia diferente en un restaurante muy original, este es sin duda vuestra mejor opción.
Comes rodeado de peces!!! Te sientas por debajo del nivel del suelo, en un banco con su mesa y todo el alrededor son canales de agua con peces. El resto de la decoración también es muy bonita y exuberante. Menú degustación con muchos platitos, a cada cual más espectacular y sorprendente tanto de presentación como de sabor. Posibilidad de menú sin gluten. Trato del personal impecable, te explican que lleva cada plato y como hay que comerlo. Nos dieron comida para darle a los peces.
Fuimos a celebrar nuestro aniversario y nos encantó porque no hace falta pensar qué elegir. Es un menú degustación de 10 platos, que van saliendo uno detrás del otro. La camarera te explica qué es y como comerlo. Un acierto! El lugar es bonito, con decoración amazonica.
Un restaurente muy bonito y que desprende calma desde el momento que entras hasta que sales. Menú degustación muy logrado y con suaves sabores plato tras plato. La carta de vinos nada abusiva por el local en el que se está comiendo... vinos blancos desde 12€. Súper recomendable para parejas, y a destacar a los camareros: muy jóvenes y cercanos:
Es un local de ensueño para los amantes de la comida asiática. Parece que te metes dentro de un río lleno de carpas a comer y el trato es muy amable. Sin duda los fideos y el pollo de curry rojo son espectaculares, y que decir del postre…. Ojalá pueda repetir pronto. Le doy 4 estrellas porque las raciones del menú degustación me parecen demasiado escasas y hubiera agradecido más cantidad.
El sitio es precioso y vale la pena ir solo para estar en ese ambiente pero una vez ido ya no volveré más. El menú deja muchísimo que desear aunque le ponen esfuerzo y la presentación es muy bonita. Los fríos están bien pero cuando llegas a los calientes se hace pesado y tienes la sensación de estar comiendo todo el rato lo mismo. Va todo demasiado aromatizado. Y ya no te digo cuándo vi al camarero traer los platos con el dedo dentro... Resumen. Vale la pena ir una vez, verlo y punto