Reseñas
Pedimos varias raciones para picar, estaban buenas. De segunda cada uno pedimos un plato a mi me encantó el bacalao a la llauna. La decoración del restaurante es muy bonita, muy fina. Relación calidad precio muy caro. No creo que repita la comida estaba buena pero demasiado caro, por esa misma calidad encuentro lugares donde se come más barato.
No me gustó por muchos motivos.. Lo primero, nos "pusieron en una mesa, peor imposible. Arrinconada, al lado de una escalera que con pequeño despiste, fácilmente puede haber un accidente. 2° Los camareros con muchas prisas, con" caras"mal humoradas, vamos, lo que se dice antipáticos. 3° Lo que pedimos no estaba mal..., eso sí, sobrantes de aceite, t o d o.!!! Lo que más me gustó, las croquetas, pero "regalimando" aceite.. Los buñols de bacallà, pastosísimos. Calamares a la romana, costillas de cabrito..., rebozadísimas.! El lenguado a la menier, greco, pero molt olios. Como todo. Dos copas de cava, copita, de lo más sencillo y ya para finalizar, los vinos a copas, de lo peor. Una gran.. M.! Lo mejor, con diferencia, el postre, buenísimo tarteleta de hojaldre con crema y fresitas.. UNMMM! El local, impersonal, falta calor "hogareño" que se siente en otros restaurantes que te hacen sentir como en casa... Entienden..? Total 111 € más propina 4€, demasiado para tal "servicio". No volveré!!!
He leido reseñas pone es caro, cuando realmente no lo es. Puedes comer dos personas, postres y bebidas por 60 euros. Para mi caro es ir al pans and company y gastarme 24 en dos menus de bocata y patatas fritas con cocacola. Encima el trato es muy bueno. Recomiendo el filete de vaca gallega, y los postres todos.
Un lugar clásico. Buen servicio y tranquilidad. Éramos 3 amigos. 2 elegimos un menú de oferta. Y el tercero, a la carta. Raciones pequeñas. Mala relación calidad-precio.
Caro pero dentro de lo esperado por local y zona. La comida estaba bien pero tampoco es ninguna maravilla a la vista del precio. El local está cuidado y es amplio, eso sí.
Buena calidad-precio en un establecimiento con el sello del grupo Olivé. Cocina tradicional catalana en un restaurante "de los de antes", alejado de modas orientales o de experimentos de nouvelle cuisine con más apariencia que sustancia.
El incivismo brilla por encima de cualquier otro aspecto, caso omiso al ruido generado por los aparatos de aire acondicionado que se pueden oir desde cualquier punto de la manzana todos los dias de la semana al medio dia y por la tarde hasta casi la medianoche. El único rato de paz es el domingo por la tarde cuando estan cerrados. Solucionadlo ya!
Ofrece la posibilidad de degustar sabores autenticos de la comida catalana tradicional,elaborados con un producto fresco de primera calidad.un restaurante catalan alegre y luminoso,carta amplua y buena bidega de vinos,el servicio es bueno.su precio es alto pero excelente calidad
Hemos comido hoy en este restaurante, sin duda repetiremos, comida buena y mejor trato, muy amables.
Lugar correcto, tranquilo y muy serio. El trato es distante pero si eliges bien, puedes comer muy bien y mantener la cuenta moderada.