Xavier Pellicer

Menú degustación omnívoro, muy bueno! Venir a este restaurante es una experiencia y lo mejor es la calidad/precio. Volveré a probar otros platos sin duda. De los 9 platos, 3 de ellos se acercó el chef y esto dice mucho.

Cogimos el menu degustación vegano de 79 € de 9 platos. Los platos muy ricos aunque un poco planos. El plato del postre un poco decepcionante ya que eran fresas y sorbete de fresa. Pero lo más decepcionante fue que nos hicieron pagar 3€ por una cestita con 4 trozos de pan del día anterior y 3€ cada botellas de agua osmotizada. En un restaurante de ese nivel y pagando 79€ cada menu,te esperas un servicio y detalles distintos.

La experiencia englobando espacio, trato y comida es muy buena. En mi caso, fuimos a comer y si vas temprano hay poca gente, cosa que nos gustó. La decoración del restaurante es exquisita. En referencia a la comida, hicimos el Menú 55 para tener una primera toma de contacto con la propuesta gastronómica que tiene Xavi. La verdad que todo estaba súper bueno pero nada nos sorprendió, en general le faltarían un punch. Hay que decir que su idea de comida km0, el trato al producto, etc está en las elaboraciones, quizá por ello no es un restaurante "cañero" en cuanto a platos. Aún así, repetiremos para probar el degustación!

Somos veganos/as, con lo que nos decantamos por el menú degustación 100% vegetal. El menú estaba formado por 9 platos de los cuales todos nos parecieron excelentes a excepción del segundo que lo consideramos bastante simple. El resto eran espectaculares; la presentación, texturas, el frescor de las verduras, la mezcla de sabores tan cuidadas... Es increíble lo que pueden hacer hasta con una simple zanahoria. Me pareció una experiencia y un verdadero deleite. Las fotos no hacen justicia porque a pesar de ser muy bonita la presentación, por desgracia no se aprecian los sabores y olores tan sorprendentes. El personal en general muy atentos/as y amables. La sommelier me encantó, es una gran profesional. El local es moderno y acogedor, el único contra que le pongo es a las puertas del servicio y de la entrada, me parecieron muy pesadas aunque bonitas. Los raíles del suelo muy originales aunque un poco peligrosos si llevas tacones de aguja como fue mi caso; al sentarme se me introdujo uno de los tacones dentro. Al ser veganos/as no quisimos sentarnos en la barra para no ver cocinar animales, no obstante, desde la mesa podíamos ver como cocinaba el equipo con mucha organización, profesionalidad, esmero y calma. Me pareció muy artístico; como ver a un pintor dibujando con pinceles. Considero que es una experiencia gastronómica de bastante calidad y creatividad, se nota mucho el trabajo que hay detrás de cada plato y, a pesar de la mala fama que pueden tener este tipo de restaurantes en cuanto a quedarnos con hambre debo decir que para nada, los últimos platos no pude terminarlos. En cuanto al precio considero que es justo en cuanto a la calidad que ofrecen en todos los sentidos. Lo recomiendo e intentaré repetir cuando vuelva a viajar a Barcelona. Gracias.

Una experiencia maravillosa. Hay opcion de carta a 55€ dos entrantes un segundo y un postre o menu desgustacion con opcion vegana, vegetariana u omnivora a 79€. Platos ingeniosos y con un sabor increíble. Recomiendo 100% sentarse en la barra si hay opción, por que se puede ver como trabajan todos en la cocina. Repetiré.

Just “wow”! Un restaurante con encanto y buen gusto. Los platos son tan bonitos q da pena de comerlos, es un arte con el sabor inolvidable. Lo recomiendo para todo el mundo. Es un lugar para la gente q saben disfrutar. Calidad // precio = correcto. Muy buena carta de vinos. Muy atentos. 5 de 5, 100 de 100. Gracias!

Buenísima experiencia a todos los niveles!! Toda la comida increíblemente deliciosa, vaya atención a los detalles. Me encantó que además el camarero describe la comida y como disfrutar mejor de todos los sabores. El emplatado de !!! En cuanto al ambiente, el diseño, la acústica, la iluminación, todo muy bien logrado!!

Un poco desilusionada porque esperaba grandes sabores y la verdad es que del único que me acuerdo con gran placer es de la crema de coliflor…nos sentaron en una salita a la que accedes cruzando la cocina. La atención fue buena. Pero habiendo quedado con ellos con la antelación de un mes de la necesidad de pan sin gluten habría agradecido que fuera casero y no uno envasado en su plástico como de hospital que sirvieron directamente en dicho envase. Pedimos el menú en el que eliges dos entrantes y un principal con postre por 55€. Pedí las croquetas de pollo que no me supieron a mucho y nos sacaron tres bastante grandes para una persona. Esperaba emocionada las flores de calabacín, pero también me decepcionaron, el relleno no tenía ningún sabor especial y en mi opinión mataban el sabor propio, no aumentaban su valor. Los empanados de brócoli tampoco nos aportaron mucho, la masa estaba poco jugosa y no había salsa para acompañar. La crema de coliflor y el ajoblanco eso sí, se llevan el 10. La carne de vacuno estaba bastante rica, tierna y el pollo tampoco nos emocionó. Buen sabor pero las pechugas siempre tienden a ser secas. La torrija de postre mereció mucho la pena. Muy jugosa con sabor a la leche de coco con la que la cocinan. Para los amantes del coco, una delicia. Salimos llenas.

Fuimos un grupo de 3 personas de las cuales una tomó el menú vegano. La propuesta en sí es muy agradable, bonitos platos y bien explicados por el servicio, sin embargo no nos pareció justo que el precio del menú omnivoro y el vegano fueran el mismo ya que en general las diferencias que habia eran el hecho de añadirle un producto mas no apto para veganos. Buenisima recomendación de vino por parte de la sommelier.

Comida espectacular y el ambiente muy acogedor. Recomiendo sentarse en la barra para ver todo lo mágico que pasa en la cocina. Xavier es un excelente anfitrión!